Hace unos años que los cigarrillos electrónicos se pusieron de moda como sustituto al tabaco. Desde entonces han ido evolucionando, ahora se les llama vapers (del inglés) y a la acción de usarlos se le llama vapeo. Estos aparatos consisten simplemente en un atomizador, que contiene el líquido de vapeo (o e-liquid) y una resistencia que se calienta para convertir dicho líquido en vapor que luego aspiraremos. Para calentar la resistencia se requiere de una batería que proporcione energía para tal efecto.
En los últimos tiempos se han puesto de moda los llamados mods, que son accesorios modificables que se usan junto al cigarrillo electrónico. Estos mods nos permiten alterar la potencia y cambiar la temperatura del vaporizador. Esto significa que podemos jugar con el sabor y la cantidad de vapor que saca el aparato. Como todos los dispositivos electrónicos, se pueden modificar a base de agregar o sustituir componentes electrónicos de su interior.
Tipos de mods para vapeo
Hay 2 tipos principales de mods para vapeo: los mecánicos y los regulados.
Mods regulados
Los mods regulados tienen un circuito electrónico en su interior que controla ciertos parámetros del dispositivo para hacerlo más seguro. Es el caso de la cantidad y duración de las descargas de energía de la batería o la protección contra sobrecalentamientos de dicha batería, para evitar explosiones. Por otro lado, son más configurables, pues podemos regular el voltaje (que a su vez controla la potencia con la que calentamos la resistencia del atomizador) o la temperatura. Al permitir configurar diversas características, la experiencia del vapeo se vuelve mucho más agradable.
Los mods regulados monitorizan en todo momento la resistencia del atomizador y otros parámetros de seguridad. Tienen incluso firmware que se puede actualizar para cambiar su comportamiento, por lo que son como pequeños móviles u ordenadores.
Mods mecánicos
Por otro lado, los mods mecánicos no tienen circuitería ni electrónica. Por contra, se componen simplemente de un botón que permite que la energía de la batería pase directamente a las resistencias del atomizador para calentarlas. Son básicos, baratos, simples y más duraderos. Por contra, no son tan fáciles de regular las variables como temperatura o voltaje, y pueden ser dañinos si no se sabe bien lo que se está haciendo. Y es que el uso, creación o modificación de estos mods mecánicos para vapeo requiere conocimientos de electrónica. Si no tenemos experiencia en este ámbito, la batería puede sobrecalentarse (no hay sistemas de prevención) y podría llegar a explotar.
Los mods mecánicos, al tener una estructura muy sencilla y sin componentes electrónicos, tienen una vida útil mucho más longeva que los mods electrónicos. Además, también nos permiten repararlos y/o reemplazar sus componentes con facilidad. Todo esto nos hará ahorrar dinero y tiempo, pues podemos hacerlo sin mucho esfuerzo.
Mods vs pods
Existen cigarrillos electrónicos con una gran variedad de formas y tamaños. Tenemos los tubulares, en forma de caja, parecidos a un pendrive USB, parecidos a una pipa de fumar… Una característica común de los mods mecánicos, y es que suelen ser relativamente grandes. Si lo que buscamos es un cigarrillo electrónico pequeño, compacto, ligero, transportable y discreto, necesitamos un pod. Eso sí, con un pod la cantidad de humo será menor y los cartuchos de e-liquid deben estar diseñados específicamente para cada modelo de pod.
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