Puede parecer que un taladro es una herramienta sencilla que sirve para hacer agujeros. Pero lo cierto es que con el paso del tiempo el taladro ha ido evolucionando y hoy en día se usa para muchas mas cosas que simplemente taladrar. Y es que, además de agujerear, un taladro puede ser empleado para desbastar, lijar, decapar, atornillar, afilar… o incluso para accionar una pequeña bomba de agua. Veamos más sobre taladros y sus complementos.
A la hora de comprar un taladro nos solemos fijar en si tiene cable o va a batería, si tiene o no percutor, su peso, la velocidad (medida en RPM) o la potencia que tiene. Pero algo que debemos tener muy claro es qué usos se le va a dar al taladro, pues dependiendo de eso necesitaremos unos accesorios para el taladro u otros.
Accesorios para taladro
Sea como sea, para poder colocar brocas y otros accesorios como discos, cepillos, avellanadores, cinceles… en el taladro, necesitamos una manera de fijarlos a este. Y esto se consigue mediante el portabrocas o mandril para herramientas.
Portabrocas o mandril
Este es otro de los elementos que ha evolucionado y mejorado con el paso del tiempo. Los primeros requerían de una llave para poder poner y quitar las brocas y otros accesorios. Actualmente existen los mandriles sin llave, que permiten cambiar entre accesorios de manera mucho más rápida y cómoda. Además, evitamos perder la llave y quedarnos sin poder realizar una tarea. Esto no quita que, para usos industriales, se siga utilizando un mandril con llave, por su mayor fuerza de fijación y precisión. Vamos a ver como podemos usar los taladros con distintos complementos.
Brocas
Este es el accesorio por excelencia para un taladro, el más común y usado. Sirve para agujerear y hay muchos tipos de brocas: para pared (widia), madera, metal o cristal. También existen las de tipo corona, que es una sierra circular para hacer agujeros grandes. También tenemos brocas de diamante, que sirven para perforar materiales cerámicos, azulejos, porcelánico, mármol…
Puntas de atornillar
Otro de los usos más habituales de un taladro en los últimos años es el de atornillar y desatornillar. Para esto necesitamos que el taladro tenga la función de destornillador, lo que significa que necesita poder girar en ambos sentidos. Podemos adaptar casi cualquier punta de un destornillador eléctrico, así como llaves de vaso, a nuestro taladro, si el mandril nos lo permite.
Discos y cepillos para pulir
También podemos acoplar a nuestro taladro discos, esponjas, caperuzas, cepillos… suaves, pensados para pulir. Ideales para realizar trabajos de pulido en superficies lisas, como la pintura o los faros del automóvil, muebles barnizados o superficies cromadas.
Brocas fresadoras
Estas brocas son accesorios que permiten desbarbar y trabajar de distintas formas en una amplia gama de materiales. Existen fresas con forma cóncava, cónica, cilíndrica, redonda… ideal para distintas aplicaciones en madera y metales. Las que se pueden usar con taladros son las pensadas para utilizar a mano alzada.
Cepillos de alambre
Los cepillos con cerdas de alambre están pensados para aplicaciones de limpieza de materiales. Por ejemplo, para quitar revestimientos, óxido y pintura en superficies. También se puede utilizar para desbastar, lijar y decapar pintura. Según el grosor de los alambres del cepillo obtendremos acabados más bastos y rápidos, o más suaves y finos.
Puntas para lijado
Se trata de puntas de grano abrasivo útiles para rectificar y desbarbar acero y otros materiales duros. Están disponibles en distintas formas, como son redonda, cónica, semicircular o cilíndrica.
Bomba de agua
Un uso menos conocido de los taladros es el de accionar una pequeña bomba de agua. Esto nos permite vaciar una piscina hinchable o elevar agua desde una balsa hasta la zona de riego.
Como vemos, usando taladros con complementos podemos convertirlo en una multi-herramienta y sacarle mucho más provecho.